Este blog contiene:

Reflexiones en torno a diversos temas referidos al nivel medio: normativa, diseños curriculares, enseñanza y aprendizaje, psicología del adolescente y otros...

domingo, 6 de marzo de 2011

viernes, 10 de diciembre de 2010

Aportes para la evaluación institucional...


Las verdaderas transformaciones exigen que "nos miremos", que reflexionemos sobre nuestras prácticas: Autoevaluación Institucional.

Qué queremos decir cuando hablamos de transformación...

Transformación: del verbo "transformar", que etimológicamente significa cambiar de una forma a otra.

Cuando hablamos de transformar la escuela media o secundaria,  queremos expresar una necesidad que se advierte a nivel no solamente educativo sino  además a nivel político, social, económico,... por la importancia estrégica del nivel secundario en el plano individual y social.
Esta necesidad de "cambiar las formas" no implica taxativamente la búsqueda de la novedad, de cambiar lo viejo por algo más nuevo. Hablar de una nueva educación secundaria  no significa "tirar por la borda" toda acción anterior, sino resignificar las prácticas, mejorar y cambiar las formas de entenderla. Por ejemplo a nivel micro: mejorar las propuestas de gestión y académicas;  a nivel macro, tener un acompañamiento del estado en primer lugar, con políticas públicas que andamien estos cambios;  y de la sociedad toda, a través de los organismos pertinentes y de las familias.

Este nivel, que a partir de la Nueva Ley de Educación Argentina ( nº 26.206) deviene como obligatorio (artículo 29 de la NLEA),  implica un compromiso mayor para todos:  debemos estar preparados para recibir a un contingente más amplio de adolescentes y jóvenes, y esto implica, entre otras cosas, que las escuelas tienen que estar en buenas condiciones edilicias, con equipamiento básico acorde al número de alumnos. Ya no es un privilegio acceder a la escuela y tampoco pasa por una opción personal o reservada para quienes pueden económicamente acceder a ella. La obligación significa que es un deber para los alumnos y sus padres la concurrencia  pero también implica derechos que deben ser garantizados. El derecho a tener una educación auténtica y de calidad, con igualdad de oportunidades para todos, que contemple además a quienes menos tienen, atendiendo a la diversidad en todas sus expresiones, sosteniendo ese derecho, posibilitando su acceso, desde las políticas públicas de gobierno.
Educación con calidad significa un abanico de posibilidades para estos jóvenes en formación: el alumno y sus aprendizajes como centro de las prácticas pedagógicas, administrativas; la búsqueda del acceso al conocimiento entendido como la apropiación activa del capital cultural de una sociedad y no la acumulación memorística de contenidos, incluso obsoletos o sin anclaje en la realidad; la alfabetización digital, la práctica de la investigación; en definitiva: aprendizajes significativos, comprensivos, superadores. Un aprendizaje que prepare a los jóvenes para ser miembros activos, ciudadanos que asuman obligaciones y conocedores de sus derechos, transformadores de su realidad; preparados para continuar estudiando y capacitándose y  llevar a cabo su proyecto de vida, en un mundo cada vez más cambiante y competitivo.
Por otro lado exige de parte de los docentes y directivos un acompañamiento acorde a la calidad buscada. Un crecimiento profesional constante que se traduce en el perfeccionamiento y capacitación contínuos, y en la exigencia del mejoramiento de las condiciones laborales, sobre todo en este nivel donde hay poca permanencia de los docentes en una misma institución lo cual hace más complicados los procesos de pertenencia y pertinencia a la misma, que son  esenciales para trabajar en equipo y aunar criterios que nos conduzcan a la superación de antiguos paradigmas epistemológicos basados en la separación disciplinar; en función de un proyecto que le otorgue sentido y unidad al trabajo pedagógico. Y en esta misma dirección, se estima necesaria la creación de espacios institucionales de reflexión y trabajo comunes.

Sabemos también que la ley no hace por sí misma las transformaciones sino que somos los actores sociales, institucionales,  quienes le otorgamos sentido y dirección, quienes hacemos posible los mandatos de la ley a través del compromiso y la fuerza proactiva. La ley nos da el marco para la nueva propuesta y en artículo 30 contempla que:
La Educación Secundaria en todas sus modalidades y orientaciones tiene la finalidad de habilitar a los/las adolescentes y jóvenes para el ejercicio pleno de la ciudadanía, para el trabajo y para la continuidad de estudios”.
Creemos que una transformación es necesaria y por eso trabajamos en función de esto: mejorar las formas en búsqueda de sentido, otorgar nuevos significados: resignificar la escuela media...

No hay  reflexión sin preguntas que la guíen...

Para acompañar las transformaciones...

¿Qué cambios se presentan como  prioritarios en cuanto a la organización institucional? ¿Y respecto de la gestión?.
¿Qué transformaciones son necesarias a nivel curricular ( contenidos?; estrategias?, planificación?)...
¿Como supervisor/docente/directivo, cuáles son mis fortalezas y debilidades?

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